Humillaos delante del Señor, y El os exaltará.

Humillación y exaltación del Señor Cristo Jesús.

Aun por medio de los profetas fue anunciada la humillación del Señor Cristo Jesús.

“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.”

(Isaías 53:1-12) “1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.”

El Señor Cristo Jesús a sí mismo se describió de la siguiente manera:

(Salmos 22:6-8) “6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
8 Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.”

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Humillación y exaltación del Señor Cristo Jesús.

(Filipenses 2:5-11) “5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

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“Yo estoy entre vosotros como el que sirve”.

(Mateo 20:28; Marcos 10:45) “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir,
y para dar su vida en rescate por muchos.”

(Lucas 22:27) “Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa?
Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.”

(Juan 13:12-15) Jesús lava los pies de sus discípulos.
“12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.”

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Siendo Dios, tuvo una vida ordinaria y simple. Lo extraordinario fue la perfección en que vivió lo ordinario.
En todo hacía siempre la voluntad de Su Padre. Nunca buscó llamar la atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre.

(Juan 8:29) “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.”

(Lucas 24:26) “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?”

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¿Qué pide Dios de ti?

"humillarte ante tu Dios.”

(Miqueas 6:8) “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

(2 Crónicas 7:14) “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

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Cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

(Proverbios 25:6-7) “6 No te alabes delante del rey,
Ni estés en el lugar de los grandes;
7 Porque mejor es que se te diga: Sube acá,
Y no que seas humillado delante del príncipe A quien han mirado tus ojos.”

(Lucas 14:7-11) Los convidados a las bodas
“7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles:
8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,
9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.
10 Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.”

(Mateo 23:12) “12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”

(Lucas 18:9-14) Parábola del fariseo y el publicano.
“9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;
porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

(Proverbios 28:13) "13 El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia."

(Job 38:15) "Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, Y el brazo enaltecido es quebrantado."

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¿Quién es el mayor entre los discípulos del Señor Jesucristo?

"el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,”

"el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.”

"cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.”

"Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.”

(Mateo 20:26; Marcos 10:43) “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,”

(Lucas 9:46-48) ¿Quién es el mayor?
“46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.
47 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí,
48 y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.”

(Mateo 18:1-4) ¿Quién es el mayor?
“1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.”

(Marcos 9:33-35) ¿Quién es el mayor?
“33 Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?
34 Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.
35 Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.”

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Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor, porque el poder del Señor es grande y él es glorificado por los humildes.

(Eclesiástico 7:16-17, 36) “16 No te agregues a la multitud de los pecadores: recuerda que la ira del Señor no tardará.
17 Sé profundamente humilde, porque fuego y gusanos son el castigo del impío.
36 En todas tus acciones, acuérdate de tu fin y no pecarás jamás.”

(Eclesiástico 3:17-18, 20-25) La humildad
“17 Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios.
18 Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor,
20 porque el poder del Señor es grande y él es glorificado por los humildes.
21 No pretendas lo que es demasiado difícil para ti, ni trates de indagar lo que supera tus fuerzas:
22 reflexiona sobre lo que te ha sido mandado, porque a ti no te conciernen las cosas secretas.
23 No te ocupes de cosas que están por encima de ti: lo que te ha sido revelado ya es demasiado para la inteligencia.
24 Porque muchos se extraviaron por sus especulaciones y su imaginación perversa falseó sus pensamientos.
25 Si no tienes pupilas, te faltará la luz; si careces de ciencia, no afirmes nada.”

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Dios oye a quienes se humillan ante Su presencia.

(Daniel 10:12) “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.”

(2 Crónicas 33:12) “Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres”.

(2 Crónicas 34:27) “y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores,
y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.”

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Humillaos delante de Dios el Señor, y El os exaltará.

(Santiago 4:8-10) “8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.”

(1 Pedro 5:6-7) “6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”

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El que se humilla, guarda la Palabra.

(Salmos 119:67) “Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.”

(Salmos 119:71) “Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.”